Jefferson Ruano l Auditor Externo en Ecovis Ec l Posteado Mayo 25, 2021 por Ecovis Ec
Las NIIF requieren la presentación de un estado de flujos de efectivo como parte del conjunto de estados financieros que las entidades con ánimo de lucro deben presentar a una determinada fecha. Las NIIF son una herramienta importante para la toma de decisiones respecto a las entradas y salidas de efectivo que genera una compañía, sin embargo, en los últimos años la presentación del estado de flujos de efectivo se han transformado en un mero cumplimiento ante la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros, subvaluando su utilidad y relevancia para la toma de decisiones.
El estado de flujos de efectivo permite informar y evaluar sobre las fuentes y usos de los fondos por las operaciones realizadas en un periodo y como se financiaron. También permite evaluar posibles oportunidades de inversión y analizar la liquidez de la Compañía. Este estado financiero clasifica los flujos de efectivo en actividades de operación, inversión y financiamiento con el fin de que los usuarios de los estados financieros visualicen la procedencia y uso de los fondos y así pronosticar los fondos que puede obtener la compañía y tomar decisiones relevantes respecto a posibles inversiones o adquisición de financiamiento.
Una característica del estado de flujos de efectivo es su difícil manipulación es decir si se intenta presentar de forma conveniente podría reflejar varias inconsistencias por tanto su elaboración debe ser técnica y basada en los principios expuestos en las NIIF. Debido a esto, se presenta una conciliación de la utilidad del periodo con los cambios en las cuentas de activo y pasivo para reflejar el flujo de operación (conocido como método indirecto) que debe ser igual a los flujos de operación obtenidos mediante la presentación del método directo (que muestra las principales categorías del flujo en términos brutos).
El flujo de las actividades de operación permitirá visualizar que tan rentable es la operación de la compañía ya que mostrará si los fondos obtenido por las ventas realizadas cubren los distintos pagos que se deben realizar para producir y generar ventas, administrar la compañía, pagar impuestos, entre otros. Un flujo de efectivo operacional positivo es un indicador de una buena liquidez y salud financiera que permitirá evaluar la posibilidad de utilizar los fondos obtenidos para nuevas inversiones productivas o el pago oportuno del financiamiento con el que se cuente en contraste un flujo operacional negativo implica problema en la gestión de la recuperación de activo como la cobranza de la cartera, falta de rotación de inventarios o excesivas compras de bienes y servicios que no generan un beneficio a la empresa, etc.
Es importante realizar una correcta clasificación de los movimientos del efectivo para no distorsionar la información del estado financiero y su interpretación, por ejemplo, la adquisición de bienes fungibles debes presentare dentro de las actividades de operación, en cambio la adquisición de bienes de capital como una maquinaria debe ser clasificado en las actividades de inversión, es decir, el principio subyacente es que las actividades de inversión muestra la adquisición de activos de larga duración y que generan valor a la empresa. Sin embargo, existirán casos en que la actividad operacional de la compañía sea la adquisición de activos de larga duración como puede ser el caso de un holding de acciones o una inmobiliaria, en cuyos casos se presentarán dichas adquisiciones como flujos de efectivo de actividades de operación.
Las actividades de financiamiento deben presentarse de forma desglosada para poder visualizar los flujos de entrada y salida de los fondos obtenidos en calidad de préstamos y con ello entender cuanto ha sido el impacto en la liquidez de la compañía por el uso de obligaciones financieras. La clasificación de los intereses pagados por el servicio de la deuda debe ser uniforme de periodo a periodo como actividades de operación o financiamiento.
En conclusión, el estado de flujos de efectivo es un estado financiero dinámico, oportuno y una herramienta clave para evaluar la salud financiera de una organización, la conveniencia de una inversión y un indicador de la gestión de la administración de una compañía, su uso debe ser continuo y permanente a más de un mero cumplimiento ante los organismos de control ya que esta herramienta permitirá tomar decisiones oportunas y relevantes y así evitar contingencias y apuros económicos futuros.
Autor: Jefferson Ruano l Auditor Externo en Ecovis Ec
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